jueves, 16 de septiembre de 2010

Carta a las mencianas/os





Estimada Sra/Sr.:

Con motivo de la Huelga General convocada para el próximo día 29 de septiembre, desde la agrupación local del PCA nos dirigimos a Ud. para pedir su apoyo y adhesión a dicha huelga.
Los motivos para la convocatoria de la Huelga son claros y conocidos: se trata de una protesta por los recortes sociales y la supresión de derechos laborales que ha decretado el Gobierno.
Creemos que tienen razón los sindicatos cuando afirman que esta reforma no servirá para crear empleo, aumentará los contratos temporales, facilitará y abaratará el despido, reforzará el poder de los empresarios a la hora de fijar unilateralmente las condiciones de trabajo, privatizará la gestión del desempleo y debilitará las negociaciones colectivas y el papel de las organizaciones sindicales.
Pero sería un error pensar que la reforma supone únicamente un ataque contra los sindicatos. Los acontecimientos de los últimos años significan una agresión manifiesta a la democracia, la dignidad política y a los derechos de la ciudadanía.
Padecemos una crisis motivada por las desregulación de los mercados y la avaricia de la economía especulativa. Ahora no sólo se quiere utilizar la crisis para justificar una reforma laboral que sólo beneficia a sus causantes, sino que además se pretende debilitar definitivamente el poder de los Estados y la capacidad política de los ciudadanos y las ciudadanas.
Hemos asistido a una farsa en la que, entre aparentes discusiones, abstenciones y críticas, el Gobierno ha firmado un pacto con la derecha y los empresarios para imponer medidas de una agresiva orientación neoliberal.
La crisis económica depende de una crisis más amplia, política y cultural, que está negando la autoridad de los gobiernos y sometiendo la vida cotidiana a los códigos de la desigualdad y de la injusticia. Se intenta evidenciar que los gobiernos no pueden representar a sus votantes, no pueden defender sus intereses, porque están sometidos a las leyes de los mercados financieros. Pero no es verdad. Los gobiernos pueden y deben defendernos del asalto de los especuladores.
Aceptar como inevitable un deterioro permanente de nuestras condiciones de trabajo significa renunciar a la dignidad como personas, a la política y al sentido último de la democracia.
Por eso la huelga del 29 de septiembre no afecta sólo al movimiento sindical. Se trata de una llamada a todos los ciudadanos y ciudadanas dispuestos a manifestar su oposición a una España, a una Europa y a un mundo gobernados por los mercaderes, sin lugar para hacer efectivos la voluntad de la ciudadanía y los espacios públicos del Estado.
Se trata de hacer oír nuestra voz contra los especuladores y sus cómplices. Se trata de levantar nuestra palabra contra los que quieren servirse del silencio para humillarnos y justificar sus negocios indecentes.

Los vecinos de Doña Mencía deben hacerse protagonistas y dejar claro su rechazo a los orígenes y la gestión de la crisis. La ciudadanía debe recordar que España les pertenece y que los políticos deben responder ante ella, no ante el Fondo Monetario Internacional.
La Huelga del 29 de septiembre persigue el objetivo de hacer rectificar la política económica del gobierno, lesiva para los derechos de los trabajadores y de las trabajadoras, y se hace coincidir con las jornadas de movilizaciones a escala europea convocada por los sindicatos de la CES, pues es en ese espacio donde también se va a librar la gran tarea de salir de la crisis y defender el Estado del Bienestar.

Recuerda que apoyar la Huelga es defender los intereses y los derechos del conjunto de la ciudadanía ¡Esta Huelga General no es sólo un derecho, es una necesidad democrática!

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